Hombre lleva a su padre a una residencia para vender su casa y cuando vuelve a por más, ocurre esto

La ignorancia es felicidad

A medida que pasaban los días, la euforia de Gavin iba en aumento. Cada paso en la venta de la casa, cada tasación de un artículo, alimentaban su dichosa ignorancia. Estaba ciego a los susurros de desaprobación, a las redes legales que se tejían en secreto. En su mente, el futuro era un camino recto hacia el éxito y el placer, sin obstáculos a la vista. Pero esta felicidad era una frágil ilusión.