Al límite
Ella avanzó con cautela, sin apartar los ojos de su rostro. El peso de la anticipación era aplastante. Matthew lo intentó de nuevo, pronunciando su nombre, pero esta vez imbuyó su voz con todo el afecto que pudo reunir. “Nia…” Su voz rompió el silencio. Esta vez, sin embargo, hubo un sutil cambio en el comportamiento de Nia. El sonido familiar, el cariño que desprendía su voz, despertaron algo en su interior.
Page 29 of 40