Un perro no deja de mirar una alcantarilla, ¡hasta que los transeúntes entienden por qué!

De vuelta al desagüe

Sabía que el perro tenía que estar por aquí, así que decidió continuar. En un momento dado, Annie notó que la luz del sol entraba por algún lugar por encima de su cabeza. Empezó a oír voces y pasos y reconoció los sonidos de la calle comercial. Había llegado al lugar donde estaba la alcantarilla que miraba el perro. Pero no vio nada extraño.