En su ayuda
El bombero era fuerte, pero el peso del compañero era demasiado para él. La cuerda empezaba a escapársele entre los dedos y sintió una dolorosa quemadura en las palmas de las manos. Por suerte para él, Annie y varios transeúntes se percataron de su heroica acción. La gente corrió en su ayuda y agarró la cuerda que resbalaba, sosteniendo al hombre herido.
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