Mano amiga
Esta parada parecía ser el destino del anciano. Quería levantarse pero le costaba muchísimo. Y como antes, todo el mundo le ignoraba. Así que Hina dejó a un lado sus sentimientos y volvió a ayudarle. Con su ayuda, consiguió salir justo a tiempo. Hina apenas consiguió volver dentro a tiempo. “Menudo día”, suspiró mientras volvía a sentarse, pero esto sólo era el principio.
Page 9 of 60