Hocico
Lo que ocurrió a continuación fue asombroso. La madre caballo pareció entender que Robert no era una amenaza, se acercó al potro y lo acarició con el hocico. Robert observó asombrado cómo la madre lamía al potro por todas partes. Había leído sobre el vínculo entre madre e hijo, pero presenciarlo de primera mano fue una experiencia completamente diferente.
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