Naturaleza
Sus ojos brillaban con la inocente curiosidad y fascinación que sólo los niños parecen poseer. La pareja no pudo evitar sonreír ante las reacciones de su hijo. Al llegar a la linde del bosque, les recibió el aroma de la tierra y las flores silvestres, entremezclado con el leve zumbido de insectos lejanos. El sol se filtraba entre las copas de los árboles, proyectando un resplandor dorado sobre todo.
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