“¿Está… vivo?”
El aire estaba cargado de preguntas sin respuesta. Los susurros se hacían más fuertes, más frenéticos. “¿Está… vivo?”, soltó por fin una estilista. Otra retrocedió y se llevó una mano a la boca mientras jadeaba. Todas las miradas se centraron en Michelle, que, a pesar de su conmoción, era la única que parecía capaz de proporcionar cierta apariencia de calma. Sin embargo, ella tampoco sabía qué hacer.
Page 17 of 41