Un cocodrilo sorprende a los turistas, pero luego descubren la triste razón

Confiar en el instinto

Explicó cómo pensaba que el cocodrilo podía estar intentando guiarles. Vio la incredulidad grabada en sus caras, pero también una chispa de esperanza. Si estaban siendo guiados, tal vez había una posibilidad de escapar. Confiando en su instinto, Simon decidió arriesgarse: “Veamos adónde quiere llevarnos este cocodrilo”, anunció ante los murmullos de incertidumbre e incredulidad de los pasajeros.