Ir al veterinario
Al día siguiente, toda la familia subió al coche para llevar a la perra al veterinario y que la revisaran. “Tenemos que asegurarnos de que está bien”, mintió el padre a Tom. En realidad, esperaban que el veterinario pudiera arrojar algo de luz sobre esta extraña situación. Quizá el perro tuviera un chip que ayudara a encontrar a su dueño. Pero en cuanto empezó la cita, las cosas se volvieron más confusas.
Page 38 of 60