Una casa tranquila
Con Emily ya crecida y con sus propios hijos, la casa había adquirido una quietud, el tipo de tranquilidad que proviene de paredes cargadas de años de risas y susurros de “te quiero”. El encanto y el carácter de la casa siempre habían sido una fuente de consuelo para Martha, pero estos días parecía como si las habitaciones resonaran con un silencio ensordecedor, testimonio de los años transcurridos.
Page 3 of 40