Allí estaba él
Una sensación palpable de añoranza y pesar flotaba en el aire. Cuando terminaron de leer, levantaron la vista y allí estaba él. Charles estaba en la puerta, frágil y débil, pero sus ojos brillaban con vida y amor. Lloraba, las lágrimas corrían por su rostro, lavando años de soledad y dolor. Hubo un momento de silencio.
Page 36 of 40