Emocionado
Aunque Kevin aún tenía que esperar unos años, eso no frenó su entusiasmo ni un momento. No veía la hora de empezar, y Lars estaba igualmente encantado de ser el mentor de un talento tan singular. Como parte del acuerdo, Kevin visitaba el parque semanalmente y Lars corría con los gastos. Las visitas avivaron aún más la pasión de Kevin y le permitieron conocer a todos los animales y establecer ya un vínculo con ellos.
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