Nunca visto
Los dos hombres entraron en una habitación situada a unas puertas de distancia. David tomó asiento en una silla mientras el médico se dirigía hacia la ventana de aquella habitación. Miró hacia fuera y se quitó las gafas de la cara: “Tengo que hacerle una sincera confesión, señor. Llevo casi 40 años trabajando en este hospital y nunca había visto nada parecido”, explicó el médico.
Page 30 of 41