Una peluquera corta el pelo a un hombre, pero descubre algo oculto en su cabello

Código rojo

“Código rojo, código rojo, ven rápido”, susurró lo más bajo que pudo. La mujer contó los rubíes y parecía frustrada. Sabía, por supuesto, que al principio eran nueve. Sacudió la almohada enérgicamente unas cuantas veces más antes de dirigirse hacia la puerta mientras refunfuñaba con el resto de los rubíes guardados a buen recaudo en la palma de sus manos.