Residencia de ancianos
Sin embargo, cuando Benjamin cumplió cuarenta años, las cosas empezaron a cambiar. La edad de Martha la alcanzó y la trasladaron a una residencia de ancianos. Fue una transición difícil para ambos. Benjamin echaba de menos la nostalgia de su antigua casa, pero encontró consuelo en continuar con su rutina diaria. Empezó a visitar a Martha durante las pausas para comer en el trabajo, como solía hacer en el colegio.
Page 9 of 40