Un anciano vende su coche — ¡Pero se ha dejado algo muy valioso!

Cobertizo del tesoro

La gente no solo acudía a él para que les arreglara el coche, sino también para compartir sus historias de vida, adquirir sabiduría y, a veces, simplemente para sentirse escuchados. En su espaciosa propiedad, rodeada de imponentes pinos, había un gran cobertizo. Era su tesoro escondido. En él guardaba una colección de coches que había ido acumulando a lo largo de los años.