Conducción llena de expectativas
No había tiempo que perder. Así que Tom y Henry dieron rápidamente las gracias al anciano y le dijeron que se mantendrían en contacto si encontraban algo. En cuestión de minutos, ambos hermanos estaban de vuelta en el coche, de camino al terreno y al cobertizo que habían comprado. Los hermanos estaban tan emocionados que corrieron hacia el cobertizo. Un edificio que ahora veían bajo una luz totalmente nueva. ¿Qué secretos escondería?
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