Surge la bestia
Sus corazones latían en sus pechos como tambores de guerra. Y entonces, de entre la hierba alta surgió la causa de su miedo. Una enorme criatura que les robó el aliento. Era un cocodrilo, anormalmente grande, cuyas escamas brillaban amenazadoras bajo el sol africano. Sus ojos se clavaron en ellos, depredadores y escalofriantes. El tamaño de la criatura era asombroso, un auténtico Leviatán.
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