La tierra
Sólo kilómetros y kilómetros de vacío, que se extendían hasta donde alcanzaba la vista. El terreno era escarpado, con abruptos acantilados que arrojaban sombras largas y oscuras. Pero también era un paisaje lleno de desafíos. Mientras caminaba, Edward se dio cuenta de la necesidad de realizar grandes trabajos para transformar el terreno salvaje en algo que pudiera cultivarse con fines humanos.
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