Cambio de cara
Pero al ver a Epona acurrucarse contra uno de los lobos, una lenta sonrisa se dibujó en su rostro. “Papá”, dijo, volviéndose hacia él. “Ha encontrado su lugar. Está contenta. Creo que deberíamos dejarla aquí” Fue una decisión madura, que tomó a Edward por sorpresa. Esperaba que insistiera en traer de vuelta a Epona. En cambio, ella había entendido que el lugar de Epona estaba ahora en la naturaleza.
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