Esperando ansiosamente
Pasaron los días y Elizabeth no tenía noticias. Esperó ansiosa a que el Sr. Thomas llamara, y entonces lo hizo. Elizabeth tanteó el teléfono mientras contestaba. “¿Y, y, y?”, preguntó, con voz a la vez esperanzada y curiosa. La voz del señor Thomas era muy tranquila cuando le dio la noticia. Los padres adoptivos habían accedido a reunirse con Elizabeth. Una oleada de alivio inundó a Elizabeth, pero los latidos de su corazón se aceleraron.
Page 50 of 60