Ven a cenar
Edward esperaba una dura reacción de la madre. Al fin y al cabo, había venido sin invitación. Pero lo que recibió fue todo lo contrario. Le recibió con los brazos abiertos. Y antes de que Edward se diera cuenta, estaba compartiendo una humilde pero deliciosa comida con Themba, su padre y su madre, y sus ocho hermanos.
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