Un hijo hereda el remolque abandonado de su padre y rompe a llorar cuando entra en él

Vacilante

Mark dudó un momento. No conocía a esta mujer. Y le estaba soltando demandas sin ni siquiera decirle su propio nombre. “¿Por qué debería hacerle caso? Todo esto es muy extraño”, se dijo Mark. Pero la curiosidad le pudo. Con la pata rota de una mesa, empezó a cavar.