Llamada nerviosa
Como buen ciudadano que era, Bill decidió ignorar la suplicante petición de Margret. Cogió su teléfono y explicó la situación a la policía. Mientras la llamada continuaba, Bill pudo ver claramente cómo cambiaba el comportamiento de Margret. Estaba cada vez más nerviosa. Se paseaba por el salón y se mordía el labio.
Page 14 of 50