Un hombre da 100 dólares a un indigente, pero éste no sabe quién es en realidad

Enfréntate a la música

Era hora de enfrentarse a la música. Steven dio un último gran suspiro y abrió la puerta principal del establecimiento. Lo que ocurrió a continuación fue increíblemente extraño. Steven estaba ahora en la puerta de la taberna. Y en cuestión de segundos, la bulliciosa taberna se volvió tan silenciosa como un ratón.