Sin respuesta
Sin embargo, para su sorpresa, no había nadie en la sala. Confundido, gritó. “¡¿Hola?!” Pero no hubo respuesta. ¿Por qué tenía que venir? ¿Y por qué tenía que darse prisa si ni siquiera había nadie? Edward no quiso esperar y decidió echar un vistazo.
Page 20 of 50