Conduciendo hacia el peligro
Debbie aceptó a regañadientes la propuesta de su marido y se quedó con los niños. Después, Carl volvió a subirse a su coche y atravesó lo que quedaba de bosque para llegar a la ladera de la montaña. Y fue una suerte que se pusiera en marcha tan rápidamente, porque a los pocos minutos volvió a oír los gritos.
Page 27 of 50