Otro tratamiento
David se armó de valor y salió por el lado sombrío del edificio. Caminó por el callejón y ahora se encontraba él mismo en la entrada del edificio. El mismo hombre corpulento entró en el marco de la puerta y miró a David. Pero en lugar de un saludo amistoso, David recibió un grito. “¡Vete ya!”
Page 31 of 50