Un breve descanso
Decidió sentarse en el porche, donde descansaría y esperaría la llegada de su hijo. Y a David no le dio tiempo a descansar mucho. Porque a los cinco minutos, su hijo apareció corriendo por la esquina. “Tengo que apuntar a ese chico a atletismo”, dijo David, riendo mientras se secaba el exceso de sudor.
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