Ablandándose
Cuando David vio los ojos llorosos de su hijo, su adrenalina se disparó. Tal vez había otra versión de la historia. Por un momento se preocupó de verdad, preguntándose qué iba a decir su hijo. “¿Qué está pasando, hijo mío? ¿Cuál es la verdad?” Dijo ahora David con voz suave y amable.
Page 41 of 50