Un gran problema
Pero había un problema importante. El aspecto de mendigo había engañado a mucha gente. Casi nadie presta atención a un vagabundo sucio. Eso significaba que podía vigilar el lugar y tomar notas tranquilamente. Pero una farmacia nunca va a vender medicamentos a una mujer embarazada. Así que la mujer policía no podía engañarlos.
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