Una mujer mayor
En un momento dado, el autobús se había llenado y ya no quedaban asientos disponibles. En ese momento, una señora mayor entró en el autobús. Para sorpresa de Pedro, nadie sintió la necesidad de levantarse y ofrecer su asiento a la anciana. Meneó la cabeza con incredulidad y tomó cartas en el asunto.
Page 3 of 50