Más movimiento
Sus ojos estaban fijos en los dos caballos que tenía delante, pero pudo ver movimiento por el rabillo del ojo. “¿Y ahora qué?”, suspiró. Otis se aseguró de estar a una distancia prudencial antes de mirar lo que ocurría. Para su sorpresa, se acercaban más caballos con cara de pánico.
Page 18 of 50