El propietario
Ahora que los caballos estaban de nuevo en el prado, Otis podía volver a su coche y marcharse, pero algo le hizo quedarse. Los perros le indicaban que había alguien cerca. Esperaba que el dueño estuviera cerca para poder decirle que los caballos se habían escapado del prado. Sin saber a dónde le llevaría finalmente esta decisión.
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