La profesora
Keith miró a su alrededor en busca de los padres de Sophia, pero no vio a nadie, lo cual fue decepcionante, ya que le encantaría hablar con ellos. Finalmente, se encogió de hombros e instó a las niñas a dirigirse a la entrada principal del colegio. Pero antes de que pudieran entrar, se les acercó un profesor. “Me alegro de verle aquí en lugar de a su esposa”, dijo.
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