Una mañana salvaje
La profesora se disculpó inmediatamente por pensar que estaban casados. La mañana de Keith se volvió cada vez más salvaje. Miró a su alrededor como si esperara que salieran cámaras de la nada, explicando que todo era una broma. “¿Quiénes son? No estoy casado. Estoy solo; no tengo mujer ni novia”
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