Una madre soltera compra un billete de lotería y le dice a un indigente que se suba a su coche

Un nuevo puesto

Había un pequeño puesto que parecía nuevo en la tienda. El supermercado había añadido un mostrador donde se podían comprar billetes de lotería. Los boletos costaban solo 2 dólares y tenían la posibilidad de ganar un bote valorado en la friolera de 100.000 dólares. Era una pequeña inversión con una gran posibilidad de premio, y Amber se sintió afortunada aquel día.