Mundo propio
Se dio cuenta de que era lo mejor que le podía haber pasado. Gracias a que llevaba cables, la policía ahora tenía pruebas sólidas, y antes de que pudiera terminar el pensamiento, los agentes entraron en la villa. “¡Manos arriba!”, gritaron varias voces, que se volvieron confusas instantes después. Oliver entró en su propio mundo, concentrado en los cuadros. Lo consiguió.
Page 40 of 50