Ojos que rastrean
Marco llegó al almacén, con una actitud cautelosa pero segura. Entró rápidamente, sin darse cuenta de los ojos que seguían todos sus movimientos. Una vez dentro, comprobó su entorno, pero el almacén vacío y poco iluminado no ofrecía ninguna pista de la trampa que le habían tendido. Mientras Marco se acomodaba, confiado en su seguridad, la policía hizo su movimiento.
Page 42 of 50