La cuestión
Era plena noche y no había más testigos. Tom era el único que podía verificar que esos ladrones habían estafado a sus padres y cometido el delito real. Nadie iba a creer a un niño de nueve años que podría hacer o decir cualquier cosa para liberar a sus padres. No, ¡Tom necesitaba pruebas!
Page 28 of 50