Larry
Tom miró frenéticamente a su alrededor y, para su sorpresa, no tardó en encontrar la distracción perfecta. Era la mujer de enfrente y su perro Larry. Estaban dando su paseo de medianoche como todos los días. A Tom siempre le resultaban irritantes porque Larry perseguía todo lo que se movía y ladraba mientras lo hacía.
Page 30 of 50