Un banquero se ríe de una viuda que viene a por su herencia sin saber lo que tenía que decir

Un ocupante diferente

Howard esperaba ser recibido por su sonriente supervisor cuando entró en la habitación. Pero, para su sorpresa, no era el hombre trajeado que vio sentado detrás del gran escritorio ovalado. El hombre no aparecía por ninguna parte, pero su silla estaba ocupada por la anciana del día anterior.