Un banquero se ríe de una viuda que viene a por su herencia sin saber lo que tenía que decir

Su lugar favorito

La charcutería en la que trabajaba Howard era propiedad del marido de Abigail. Era su lugar favorito para comer, no por los estupendos bocadillos de jamón o el café recién hecho, sino por la gente que acudía allí. La gente directa y trabajadora le recordaba cómo empezó su primer negocio.