Atragantarse
Lilly siguió el dedo de su hijo y volvió a girarse lentamente. Vio que los ojos de su hijo se abrían de par en par, así que debía de ser impresionante. Lo que vio entonces fue algo completamente inesperado. Le tembló el cuerpo y se le hizo un nudo en la garganta. Antes había estado tan concentrada en el suelo que no se había percatado de su presencia.
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