Buscando en
Pero esa idea pronto se vendría abajo. Carl dio la vuelta a su colchón y lo inspeccionó, pero no encontró nada. Después de eso, vagó por la casa, revisando cada rincón, con la esperanza de encontrar una explicación. El picor que provocaban aquellos puntos rojos era horrible, y Carl no podía evitar rascarse constantemente. Finalmente, Carl vio algo moverse por el rabillo del ojo. Una pequeña criatura del tamaño de un escarabajo se arrastraba por el suelo de su cocina.
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