El lugar perfecto
Pero lo que los exterminadores no sabían era que la policía se había colado sigilosamente por la parte trasera de la casa de Carl, ahora oculta bajo la lona. Esta lona, destinada a cubrir las actividades de los delincuentes, se convirtió en un escondite ideal para los agentes. Dentro, la policía esperó en silencio. Estaban decididos a pillar a los ladrones in fraganti, asegurándose de que no pudieran escapar ni negar su fechoría. El escenario estaba preparado para un dramático enfrentamiento.
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