Pedidos
La persona que llamaba ordenó a los tres que subieran al coche. Tenían que acudir a un almacén situado a las afueras de la ciudad. Si llevaban allí la cantidad de dinero adecuada y la entregaban en mano, todo iría bien. Larry accedió, y después de eso, la llamada terminó abruptamente. Ahora sólo podían hacer una cosa. El trío subió al coche y se dirigió al lugar solicitado.
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