Hallan un submarino en un río seco y los trabajadores palidecen al ver su interior

Lucha

El trío estaba preocupado, y Carl miró nervioso a su alrededor cuando de repente soltó un grito ahogado. Estaban tan concentrados en la radio que había en medio de la habitación que no se dieron cuenta de que había otra puerta. Carl se dirigió hacia ella e hizo un gesto a los demás para que lo siguieran. “Traed la radio”, dijo. Así podrían escuchar al guardia. Pero a Carl le costó abrir la puerta.