Fuera de lugar
Porque apenas unos segundos después de que su alerta terminara, el gato gigante salió saltando del follaje. Gruñó violentamente y se acercó corriendo. Los profesionales entrenados solían estar al tanto de todo, pero este gato era listo y sorprendió a todo el grupo de guardia. Todos se quedaron paralizados de miedo. Su postura, lista para disparar, estaba muy lejos de acertar un tiro. Algo tenía que pasar, o esto iba a ir mal.
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